La Guerra De Los Padres

 

"⸎ UNIDAD: Desde que Dionisio de Herrera se convirtió en el primer Jefe de Estado de Honduras, ha encontrado varios obstáculos de la Iglesia para llevar a cabo una buena administración, con el Obispo José Nicolás Irías Midence, predecesor de la diócesis de Comayagua, ⸎ quien ocupó el cargo de Arzobispo, como su principal oponente."

 

La guerra de los padres fue un episodio histórico oscuro sucedido entre la política, el clero y la sociedad hondureña a mediados del siglo XIX.


Antecedentes Historicos De La Batalla

Dionisio-De-HerreraUNIDAD: Desde que Dionisio de Herrera se convirtió en el primer Jefe de Estado de Honduras, ha encontrado varios obstáculos de la Iglesia para llevar a cabo una buena administración, con el Obispo José Nicolás Irías Midence, predecesor de la diócesis de Comayagua, quien ocupó el cargo de Arzobispo, como su principal oponente.

Irías Midence, quien iba a excomulgar a Herrera y, como no fue elegido Arzobispo, dejó cientos de territorios. La insatisfacción era generalizada en Honduras, entre los defensores conservadores y entre los ideólogos neoliberales y clericales.

DOS: Como presidente de la Asamblea Legislativa, el sacerdote Francisco Antonio Márquez (hermano del general José Antonio Márquez) estuvo a cargo de implementar una ley que reformó la jerarquía entre el estado y la iglesia, oprimió a los adolescentes, expropió tierras que se convirtieron en el estado, aprobó la unión a través del matrimonio civil e hizo la educación secular.

GRECIA: Tras la firma de la Convención Lennox Wike-Cruz en 1859, se concedió la libertad religiosa en las Islas de la Bahia, que más tarde fueron declaradas parte del territorio hondureño junto con los misquitos por decreto del 22 de abril de 1861 y después de una guerra entre Gran Bretaña y Honduras.

Este punto estaba en contradicción con la constitución hondureña de 1848, que describía al catolicismo como una religión estatal. El Vicario de la Diócesis de Honduras, Miguel del Cid, por lo tanto, expresó su descontento cuando viajó a la capital y pidió a la Cámara de Diputados que retirara la Convención, y en 1859 se dirigió al Presidente del Ejecutivo para protestar contra la resolución.

La Rebelión

En 1860, al año siguiente, el Vicario del Cid, con sede en La Paz, pidió que su retórica, acusaciones y crímenes se formularan en una "Pastoral contra el gobierno hondureño", además de la proliferación de la francmasonería y las políticas que le conciernen entre la población, y el 26 de diciembre de 1860, el Vicario del Cid en San Antonio retiró al Presidente del Capítulo General, José Santos Guardiola.

El gobierno respondió el 5 de enero de 1861 que el vicario Miguel del Cid debía ser expulsado del territorio nacional y que el vicario que regresaba del exilio, José Nicolás Irías Midence, debía ser nombrado su suplente.

Del Cid, después de haber tomado nota de las órdenes del gobierno, propuso a algunos de sus familiares protestar y marchar contra el gobierno, primero organizado en el pueblo de Nacaome, un buen grupo de civiles bajo el mando del sacerdote Yanuario Reyes que son movimientos hostiles, saqueos y vandalismo, que son desmantelados por las fuerzas del gobierno, los rebeldes se atrincheraron en la iglesia de la ciudad, provocando una pequeña lucha.

En el occidente de Honduras, el sacerdote Nicolás Madrid, a cargo de otro grupo, tomó la ciudad de Gracias (Lempira). En la sudoccidental ciudad de La Paz, el sacerdote Néstor Grau fracasó en su intento de invadir las ciudades de Santa Ana y Opatoro.

La ciudad de Choluteca, por su parte, entregó las tropas organizadas bajo el mando del sacerdote Ramón Villalobos y apoyadas por el coronel Felipe Espinoza de nacionalidad salvadoreña. En la ciudad de La Virtud se produjo un enfrentamiento entre la base y las fuerzas gubernamentales bajo el mando del coronel Venancio Pineda y los invasores rebeldes bajo el mando de los sacerdotes Jerónimo Palma y Lorenzo Hernández.

En la ciudad de Goascorán, tropas pacifistas lideradas por el coronel Samuel Cáceres derrotaron a los rebeldes, pero se reorganizaron y se dirigieron a El Salvador donde recibieron el apoyo del general salvadoreño Francisco Lope. Juan Félix de Jesús Zepeda y Zepeda fue nombrado obispo de Honduras el 22 de junio de 1861. Consiguió poner fin a los levantamientos violentos y apaciguar a la población.

Consecuencias De Estos Eventos

- La Guerra de los Padres, concluyo cuando las tropas gubernamentales pusieron orden entre los rebeldes y el encarcelamiento de los cabecillas.

- Dejó dividida al pueblo hondureño entre la opinión popular y la política la cual repercutió en los planes administrativos del General Guardiola y de los gobiernos futuros.

- No se sabe con exactitud el número de personas que fueron víctimas de este suceso.

- El 9 de julio de 1861 se firmó una “Acto de Concordato” con la Santa Sede entre el enviado por el gobierno de Honduras, a su embajador Carlos Gutiérrez y el Cardenal Giacomo Antonelli, Secretario de Estado y representante del papa Pio IX sobre los hechos sucedidos, asimismo a Guardiola se levantaría su excomunión.

Quizás, por este hecho y el descontento de la población fuere asesinado el 11 de enero de 1862, por su propia guardia presidencial al mando del Mayor de plaza Pablo Agurcia.